EL FOTÓGRAFO DE CADÁVERES - Julio Castedo

Título: El fotógrafo de cadáveres

Autor: Julio Castedo Valls

Editorial: Plataforma Editorial

Año: 2012

ISBN: 9788415577089

Nº de páginas: 216

SINOPSIS: Lee la sinopsis de este libro pinchando AQUÍ

Hace unos meses Julio Castedo se puso en contacto conmigo a través de facebook y me ofreció un ejemplar de El fotógrafo de cadáveres para leer y reseñar en el blog. No conocía su novela pero tras leer su sinopsis pensé que probablemente me gustaría ya que tanto el planteamiento como el periodo en el que transcurría me resultaron interesantes.

La historia de El fotógrafo de cadáveres está ambientada en la Primera Guerra Mundial y tiene dos protagonistas que dan lugar a dos tramas que transcurren de forma paralela. Por un lado está Stefan Adler, un fotógrafo vienés que es contratado por las Damas de la Cruz Roja para retratar los cadáveres de los soldados muertos en la guerra y que así sus madres, miembros de la alta sociedad austriaca, tengan una última fotografía de sus hijos.

Por otro lado conocemos a Arthur Klammer, un joven que tras cumplir veinte años es llamado a incorporarse a filas para defender a su país en la guerra, una guerra que a él no le importa pero que hará que tenga que ponerse un uniforme y portar un arma, sufriendo el horror, la muerte y el peligro de la vida en las trincheras, mientras sigue soñando con convertirse algún día en escritor.

Lo primero que llama la atención cuando comienzas a leer esta novela es la forma de escribir de su autor, Julio Castedo, que a mí personalmente me ha gustado mucho. Tiene un estilo muy cuidado, con una prosa elegante y poética que envuelve al lector y hace que sea difícil abandonar su lectura, no por la necesidad de avanzar páginas rápidamente para conocer la historia, sino por el disfrute de la forma en la que el autor nos la está contando.

La novela se encuentra dividida en treinta y ocho capítulos de corta extensión, en los que se va alternando uno dedicado a Stefan Adler y otro a Arthur Klammer. Todos ellos están narrados en tercera persona a través de un narrador omnisciente y destaca el uso que se hace del tiempo presente para narrar, dando así la sensación de que todo está transcurriendo en el mismo momento y es como si el lector lo estuviese visualizando en su mente. Es la segunda novela que leo en poco tiempo que utiliza este recurso y me gusta mucho la sensación que provoca mientras estás leyendo.

Es evidente que los protagonistas de la novela son Stefan y Arthur, manteniéndose este protagonismo equilibrado ya que ninguno de los dos sobresale más que el otro. Son dos figuras de caracteres diferentes pero con algunos puntos en común que el lector va descubriendo principalmente a través de sus reacciones y forma de actuar. A través de los capítulos vamos desvelando sus pasados y vamos viendo cómo evolucionan, transformando su forma de ser y sus pensamientos.

Stefan Adler es un hombre más maduro que ya no se siente a gusto con lo que la vida le ofrece, se siente solo y nada es como él había planificado, por lo que necesita encontrar un motivo para tener esperanzas nuevamente, encontrándolo en una labor que le permite sentirse útil: fotografiar a los cadáveres. 

Por su parte Arthur Klammen es un joven culto y solitario, nihilista, igualmente desencantado de la vida, no le gusta la realidad y por eso prefiere vivir entre sueños hasta que es obligado a tomar parte en una guerra que no comprende que será la que en parte origine una transformación en su carácter.

El resto de personajes no tienen prácticamente relevancia más allá de las intervenciones que son necesarias para el desarrollo de la trama, a excepción quizás de la enfermera María que jugará un papel fundamental en la resolución de la novela, pues a medida que avanzamos ambas historias van convergiendo hacia un punto común.

A pesar de que no está desarrollado en profundidad sino que queda como telón de fondo, también resulta muy interesante el contexto histórico en el que se desarrolla la trama. Comienza poniéndonos en situación en Sarajevo en el año 1914 con el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria y de su esposa, que será el detonante del estallido un mes después de la Primera Guerra Mundial. A través del personaje de Stefan descubrimos una profesión que ha quedado un tanto olvidada, el fotografo de cadáveres, quienes fueron contratados durante esta guerra por las damas de la Cruz Roja para retratar a los soldados muertos. Es un dato que yo personalmente desconocía y me ha resultado muy interesante.

Por otro lado a través de Arthur nos acercamos a la vida en las trincheras, las dificultades a las que se enfrentaban los soldados, la convivencia con las ratas y el peligro constante en el que se encontraban, rodeados de devastación y horror, convirtiéndose sus vidas en meros conceptos prescindibles.
 

Aunque me ha gustado mucho la forma en la que está escrito, con lo que sin duda he disfrutado más es con el final con el que Julio Castedo nos sorprende. Mientras iba leyendo no me había parado a pensar que nexo podía haber entre estas dos tramas más allá de los horrores de la guerra por lo que me ha pillado por sorpresa totalmente lo que sucede en los capítulos finales y he de decir que el argumento está muy bien planteado. No he intuido lo que me esperaba y esto, como ya os he comentado en otras ocasiones, es algo que  valoro mucho en un libro y hace que la nota final suba. Es un final impactante y a la vez acorde con el tono que domina todo el relato, triste y desolador como la mayoría de situaciones en época de guerra.

En conclusión, El fotografo de cadáveres es una novela que nos descubre quiénes fueron los fotografos de cadaveres en la Primera Guerra Mundial al mismo tiempo que muestra la dureza de la vida en las trincheras, todo ello a través de una prosa muy cuidada y poética que envuelve a lector, que se deslizará lentamente por las páginas hasta llegar a un final impactante que nos deja con una sensación agridulce, sumidos en la oscuridad y desolación que domina estos años.

Gracias a Julio Castedo por facilitarme el ejemplar