Título: El coleccionista
Autor: Paul Cleave
Editorial: Grijalbo
Año: 2012
ISBN: 9788425347658
Nº de páginas: 432
SINOPSIS: Lee la sinopsis de este libro pinchando AQUÍ
Tenía este libro esperando en la estantería desde hacía unos
meses en que la editorial me lo había ofrecido pero por unas cosas y otras se había
ido quedando rezagado hasta que hace unos días decidí que había llegado el
momento de leerlo; además sabía que siendo un thriller psicológico tenia muchas
posibilidades de gustarme.
El coleccionista nos traslada a la ciudad de Christchurch, Nueva
Zelanda, donde Cooper Riley, profesor de psicología criminal, ha sido
secuestrado y encerrado en una celda por Adrian Loaner, un joven con graves
desequilibrios mentales que está obsesionado con los asesinos en serie y de ahí
su idea de crear una colección relacionada con los mismos, cuya pieza principal
es Cooper. El profesor representa una
colección completa en una sola pieza, pues estudia a los asesinos, los conoce y
también es un asesino en serie, o al menos esa es la idea que tiene Adrian y
que hace que le interese mantener a Cooper a su lado y convertirse en amigo de
él, haciendo todo lo que está en su mano para ganarse su aprecio.
Por otro lado en esa misma ciudad lleva desaparecida desde
hace un par de días Emma Green por lo que su padre acude a Theodore Tate, un ex
policía que ha pasado los últimos cuatro meses en la cárcel, para encargarle
que investigue la desaparición y encuentre a su hija antes de que sea demasiado
tarde y aparezca muerta. A pesar de sus reticencias iniciales Tate se ve
obligado a hacerse cargo de la investigación, al mismo tiempo que colabora con
la policía en la búsqueda de la asesina en serie Melissa X.
Hay por lo tanto varios frentes abiertos en el argumento de
El coleccionista y eso hace que una vez que comienzas a leerlo te sientas
atrapado por sus tramas y no puedas abandonarlo hasta llegar al final. Como os
decía al principio es un libro que podemos calificar como thriller psicológico
y por lo tanto prima la tensión y la intriga por descubrir cómo va a acabar
todo, ya que desde las primeras páginas conocemos la situación en la que se
encuentran los personajes. Sin embargo esto no es exactamente así y a lo largo
de sus páginas nos esperan muchas sorpresas y giros argumentales que hacen que
la novela vaya ganando complejidad y por lo tanto el interés del lector también
aumente.
El coleccionista es una novela que si bien en los primeros
capítulos se centra en presentar y situar a todos los personajes, a medida que
avanzamos va ganando en intensidad y dando lugar a un ritmo trepidante que la
convierte casi en un page turner, influyendo también en ello la estructura que
sigue. Está dividida en capítulos y en ellos va alternando la narración desde
diferentes perspectivas, lo que hace que sea mucho más dinámico al cambiar
continuamente de escenario. Por una parte tenemos capítulos que están narrados
en tercera persona desde el punto de vista del profesor Cooper en los que nos
ponemos en su lugar y compartimos la angustia de estar encerrado y no saber lo
qué le va a ocurrir, buscando desesperadamente una solución. Por otro lado hay
capítulos también narrados en tercera persona pero desde la perspectiva de
Adrian, que nos permiten introducirnos en su mente desequilibrada y observar su
comportamiento. Y para finalizar tenemos los capítulos dedicados a Tate, que
están narrados en primera persona por él y que nos permiten seguir la evolución
en las investigaciones de primera mano.
Paul Cleave escribe con una prosa sencilla y efectiva que
facilita la lectura, destacando la caracterización de los personajes y la
creación de ambientes. El coleccionista se encuadra dentro de una serie
protagonizada por el policía Theodore Tate aunque este es el primer título que
llega a nuestro país. No hay ningún inconveniente para leerlo de forma aislada
ya que el autor se encarga de explicar todos los interrogantes que pueden
surgir durante la lectura relacionados con los anteriores libros pero aún así
se nota que no es el primer volumen y hay muchas referencias que seguramente
leyendo los títulos en orden quedarían más claras, sobre todo en lo relacionado
con los asesinos en serie que se mencionan y con el pasado del propio Tate.
Es necesario hacer referencia también a palabras fuera de contexto
que aparecen en algunas frases. Son palabras muy similares en cuanto a sus
letras, igual solamente cambia una o dos en toda la palabra, pero se aprecia
que es un error ya que su significado no encaja con lo que la frase quiere
decir, están totalmente fuera de lugar y habría que hacer una pequeña revisión
de cara a próximas ediciones aunque sean muy poquitas.
En general me ha gustado bastante esta novela aunque tiene
algunos aspectos que me han resultado un poco irreales, empezando por la
cantidad de asesinos en serie que se dan cita en la ciudad de Christchurch. Prácticamente
todos los años aparece uno lo que no deja de ser sorprendente junto a otros
muchos asesinos y desequilibrados que se dan cita en las páginas y que
lograrían que tachases la ciudad de tus posibles destinos basándote en estos
hechos. Junto a este dato hay algunas escenas que también me han parecido un
poco cogidas con pinzas, lo que no ha impedido que haya disfrutado de la
lectura y lo considere recomendable, ya
que esto se compensa con otros aspectos positivos que tiene.
Señalaba anteriormente que Paul Cleave se mueve muy bien en
la creación de ambientes, no por las descripciones de la ciudad, que son
irrelevantes y no tienen demasiad importancia sino por el desarrollo de la atmósfera
que envuelve a los personajes que acaba extendiéndose al lector. En los días en
los que transcurre la trama Christchurch se encuentra inmersa en plena ola de
calor, con un sol abrasador y unas temperaturas tan elevadas que provocan que
haya que tomar algunas medidas como suspender temporalmente las clases. El
autor consigue desarrollar esta sensación asfixiante y opresiva que rodea a los
personajes de tal manera que se acaba transmitiendo al lector al igual que
también está logrado el ambiente cerrado y claustrofóbico en el que se
encuentran los personajes secuestrados, quienes además de sufrir la
desesperación de no poder salir tienen que luchar contra las elevadas
temperaturas que se alcanzan en los habitáculos en los que se encuentran.
Uno de los puntos más destacables de El coleccionista son
sin duda sus personajes, destacando entre todos ellos Adrian Loaner. Paul
Cleave se encarga de presentarlos a todos ellos con profundidad, exponiendo
todos los datos que necesitamos para conocerlos y comprender cómo han llegado a
convertirse en lo que son actualmente. Conocemos su pasado y la evolución que
han seguido hasta adquirir la personalidad que tienen en este momento, haciendo
especial hincapié en los hechos detonantes de los trastornos psicológicos que
sufren algunos de ellos.
Puesto que la serie se centra en él, Tate es el protagonista,
cuya relevancia se afianza a través de la narración en primera persona ya que
de otra manera sería Adrian quien obtendría esta posición, al menos desde mi
punto de vista. En este caso no tenemos un análisis tan profundo de su pasado o
de su personalidad puesto que al ser una serie se supone que ya conocemos al
personaje de las anteriores entregas. Es una figura que responde perfectamente
al estereotipo de protagonistas de este tipo de novelas. Tenemos un expolicía
que se ha convertido en detective, exalcohólico, atormentado por los recuerdos
del pasado, que ha perdido a su hija trágicamente y está separado de su esposa,
la cual está ingresada en una clínica suponemos que por unos hechos que han
ocurrido en los anteriores libros.
Otra figura importante es el profesor Cooper aunque en este
caso el personaje queda un tanto desdibujado y se mueve en la ambigüedad, no
teniendo nunca el lector una idea clara de su verdadera forma de ser. Es algo
necesario para el desarrollo de su papel en la historia, aunque personalmente
me hubiese gustado que al final se centrase más en su figura y profundizando en algunos aspectos.
Finalmente destaca Adrian Loaner que para mí es el personaje
que mejor caracterizado y desarrollado está. Los capítulos que están narrados
desde su perspectiva nos permiten sumergirnos en su mente y observar las ideas
que pasan por la misma, es una persona con graves trastornos psicológicos y por
lo tanto resulta interesante seguir sus pasos y compartir cómo se siente en
cada momento, lo que piensa y lo que busca con cada una de sus acciones. Paul
Cleave también se encarga de mostrarnos poco a poco cómo ha sido su pasado, todo
lo que ha tenido que pasar y cómo ha ido llegando al punto en el que se
encuentra.
Es curioso porque aún siendo un asesino y con todas las
cosas que hace, hay momentos en los que no he podido evitar sentir pena por él.
Algunas de las situaciones por las que ha pasado o las ideas que pasan por su mente
le hacen un ser vulnerable, necesitado de cuidados y que ha sufrido mucho, por
lo que en cierta forma es inevitable sentir lástima por él y pensar que
son las personas que le han rodeado las que en cierta forma han provocado que
se haya convertido en lo que es. Es un personaje sumamente interesante
y construido con mucho acierto, reflejando sus miedos, preocupaciones y
sentimientos.
Lo mismo sucede con otros asesinos que aparecen aisladamente
en la historia. El autor se centra en presentarlos como enfermos mentales, siendo
esta enfermedad la que provocaría que tuviesen esa necesidad de matar gente
respondiendo en algunos casos a una voz interior que les habla y ordena lo que
tienen que hacer. En cierta forma El coleccionista se convierte en una vía de
denuncia que se centra en resaltar la importancia de tratar a estas personas
puesto que con la medicación correcta pueden superar este problema y también
ofrece un punto de vista relacionado con los hospitales psiquiátricos en los
que muchos de ellos se encuentran recluidos y la atención que allí les ofrecen.
Es una lectura que también invita a la reflexión pues de la
misma podemos deducir que cualquiera puede desarrollar una psicopatía en un
momento dado derivada de la exposición al detonante adecuado. Por lo tanto
ofrece una visión diferente a la idea que podemos tener de un asesino en serie,
pues aunque hay algunos que responden a graves trastornos otros han sufrido un
trauma que ha provocado que sientan la necesidad de asesinar, lo que no deja de
ser un tanto angustioso si lo analizamos ya que todas nuestras mentes
pueden cruzar esa línea en un momento dado.
Tengo que señalar también que aunque son aisladas, tiene
algunas escenas no aptas para estómagos sensibles ya que aparecen descritas
con bastante detalle. Al menos a mí hay dos o tres que me han parecido un tanto
escabrosas, no se convierte en un obstáculo para la lectura pero hay que pasar
por ellas. Para aquellos que hayan leído el libro os dejo como referencia el
imperdible, seguro que tampoco habéis olvidado esa escena, a mí me pareció
asquerosa y aún me da vueltas en la mente.
En conclusión, aunque tiene algunos puntos flojos El
coleccionista me ha resultado una buena lectura y considero que es recomendable
para los aficionados al género. Una novela en la que se desarrollan varias tramas paralelas que consiguen mantener al lector en tensión, con unos personajes bien perfilados entre los que destaca Adrian Loaner por permitirnos adentrarnos en su mente desequilibrada y con giros y sorpresas inesperadas que mantienen el interés hasta el final.