Tras dos meses en los que he dejado esta sección un poco abandonada, recupero la entrevista que mensualmente venía realizando en el blog. En esta ocasión tiene por protagonista a un autor que quizás muchos no conocéis, Javier Martínez Mas, cuya primera novela, Dioses terrenales, reseñé hace un tiempo en el blog (leer reseña aquí).
En primer lugar, cuéntanos, ¿quién es Javier Martínez?
Pues Javier nació en Barcelona pero emigró de pequeñito
hasta Cartagena, ciudad donde vive en la actualidad en compañía de su mujer y
de sus dos pequeñajos. Además de ellos, tiene dos pasiones en la vida: una es
la música y la otra, contar historias.
Eres licenciado en Medicina y Cirugía y trabajas como
médico forense. ¿De dónde surge tu interés por el mundo literario?
Si te digo la verdad, no lo sé. No tengo la menor idea. Solo
puedo contarte que sería un chaval con más o menos 10 o 12 años cuando, un buen
día, se me encendió una bombilla y comencé a dibujar historietas: unas veces
versionando películas que me habían llamado la atención, otras, creando mis
propios personajes. Aún conservo hojas arrancadas de libretas con algunas
historias de “comisaría 21”, que era el título de la colección de la que me
sentía más orgulloso. Más tarde, y viendo que el dibujo no era del todo lo mío,
pasé a tratar de poner mis ideas por escrito, pero mi falta de constancia hizo
que no terminase ninguna historia (creo recordar). Esa fue la semilla, que como ves, ha tardado
lo suyo en germinar.
¿Hay alguna lectura o autor que haya influido para tu
incursión en el mundo literario?
Siempre me ha gustado mucho leer, sobre todo novelas de
misterio o terror. Me aficioné a estas lecturas desde bien jovencito gracias a
It, para mí la obra maestra de Stephen King, y a El nombre de la rosa. Pero no
puedo afirmar que ninguna de ellas me haya influido a la hora de lanzarme a escribir.
En tu día a día, ¿dedicas mucho tiempo a la escritura?
Mucho menos del que me gustaría. Por unas cosas o por otras,
siempre lo vas dejando para mejor momento. Ahora bien, cuando estaba hacia la
mitad de Dioses Terrenales, me puse serio y me dije: esto hay que terminarlo
como sea. Por entonces sí que escribía al menos dos horas al día. Esto, en mi
caso, puede equivaler a 3000 palabras o a 10, según el momento y el estado de ánimo.
¿Y tienes manías a la hora de escribir? ¿alguna rutina
establecida?
No tengo manías. Lo mismo escribo en el portátil, que si no
me pilla en casa, me hago con unos folios y un boli y eso basta. Rutinas de
trabajo tampoco puedo tener debido a mi trabajo y, sobre todo, al hecho de
tener dos niños pequeños. Eso sí, cuando me meto a escribir en mi despacho, la
puerta ha de estar cerrada a cal y canto y todos tienen prohibido entrar; luego
me coloco los auriculares y escucho música, generalmente acorde con el tono de
la escena que trato de escribir.
Dioses Terrenales es tu primera novela publicada. Háblanos
de ella.
Si tuviera que encuadrarla en un género determinado, tendría
que decantarme por thriller/misterio. Dioses Terrenales es una novela que habla
acerca de una búsqueda y unos descubrimientos sorprendentes a través de una
serie de enigmas. El protagonista que nos relata la historia es un médico
forense, por tanto no faltan escenas donde se retratan con realismo aspectos de
este trabajo. Tampoco falta el suspense, los homicidios, la típica tensión
sexual entre algunos protagonistas, algo de crítica y sentido del humor (a
veces un poco negro).
¿Cómo surgió la idea de escribirla?
Siempre digo que he escrito la novela que me hubiera gustado
leer. Hace 10 o 12 años (cuando empecé a barajar la idea de escribirla) apenas
había novelas de este tipo en el mercado, y me dije: pues voy a escribir yo
una, pero la que me hubiese comprado yo sin dudar. Esto, en realidad, es una
faena para el escritor-lector porque nunca sabré lo que se siente leyendo esta
novela, y me habría gustado mucho; sobre todo después de te digan que no podían
parar de leer. Piensas: Me la he perdido. Seguro que entiendes a qué me
refiero.
¿Fue difícil el proceso de elaboración? ¿Qué es lo que más
te ha costado?
La novela tal y como está planteada requiere muchas horas de
investigación. He leído cientos de páginas web, varios libros, y he tenido
algunos asesores de lujo. Lo más difícil creo que ha sido meter todos los temas
que toca la novela en una sola trama, y que encajasen de manera natural.
Lo que más me ha costado, por pesado, han sido sin duda las
galeradas. Llegó un momento en que me sabía párrafos enteros de memoria de
tanto repasarlos de cara a la maquetación definitiva.
¿Tenías toda la trama planteada desde el principio o fue
surgiendo paso a paso?
Lo que tenía muy claro desde que empecé a escribir era el
principio y el final de la historia. Hay escritores que dicen que no saben el
final de su historia cuando empiezan a escribir. Opinan que la historia te
llevará a donde tenga que llegar. Yo no creo en eso. Te puedes encontrar con
que llevas 300 páginas escritas y, de pronto, te des cuenta de que no sabes a
donde ir... 300 páginas a la basura.
La trama estaba
pensada más o menos, pero añadía o cambiaba cosas sobre la marcha. Por ejemplo
los acertijos y las respuestas se me iban ocurriendo conforme avanzaba la
historia. Se me ocurrían en el trabajo, paseando, en la ducha. Siempre llevaba
un boli y un papel encima para anotar cualquier ocurrencia (en la ducha no,
claro :D ).
También hay personajes, como el de Ernest, que nacieron sobre la marcha para
solucionar algunos atascos de la acción y al final hasta cobraron su
importancia.
¿Cuánto tiempo tardaste en escribirla?
La novela ha tenido muchos comienzos fallidos y la he
dejado aparcada muchas veces por motivos de estudios o trabajo. Realmente me
puse en serio con ella en agosto de 2010 y terminé la primera versión en
octubre de 2011. Quince meses de trabajo, aunque no muy constante.
En el punto central de la trama nos encontramos con lo que
se denomina "Nuevo orden mundial". Para todos aquellos que no saben a
qué hace referencia esta denominación, ¿nos puedes explicar un poco en que
consiste?
Bueno, ese término forma parte de la teoría de la
conspiración. Una conspiración a nivel mundial que presuntamente pretendería un
gobierno único mundial, una moneda mundial, una única religión... Los
conspiradores serían los que manejan los hilos del mundo, que no son
precisamente los gobernantes de nuestros países. Personalmente, pienso que los
que creen firmemente en esta teoría cada vez tienen una base más sólida en la
que sustentar estas ideas.
El protagonista, Sergio Molina, trabaja como Médico Forense
en el Instituto de Medicina Legal que también es tu profesión. ¿Hay mucho de ti
reflejado en él?
Yo he tratado de que Molina se pareciese a mí lo menos
posible, pero supongo que de manera subconsciente, todos los que escribimos
dejamos impregnado algo de nosotros mismos en nuestros personajes.
Y respecto al resto de personajes, ¿te has basado en personas
de tu entorno a la hora de configurar sus caracteres?
En realidad, solo hay un personaje que está inspirado
descaradamente en una persona de mi entorno. Todos los lectores que le conocen
se dieron cuenta enseguida. Otros tienen algunos rasgos de aquí y de allí, pero
son inventados.
La ambientas en Cartagena, tu ciudad ¿Por qué escogiste
esta ubicación para situar la historia?¿es porque la conoces bien?
Escogí Cartagena por dos motivos. Porque, aunque no nací
aquí, la considero mi ciudad y quería que mi historia se desarrollase en un
lugar que conozco y quiero. Además, Cartagena tiene historias para desarrollar
decenas de novelas y en esta en concreto, me ofrecía un vínculo directo con
Isla Decepción, ya que la expedición antártica hasta isla Decepción sale todos
los años desde este puerto. También es la base permanente del buque de
investigación oceanográfica Las Palmas.
Otra parte transcurre en Isla Decepción y no faltan
detalles para que el lector se sitúe en este emplazamiento, ¿es una zona que
conoces de primera mano o tuviste que documentarte para recrear este escenario?
No he estado allí, ni creo que esté nunca. No es un lugar
que me llame especialmente la atención para hacer turismo (sobre todo teniendo
en cuenta que hay que cruzar el estrecho de Drake y no me gustan demasiado los
barcos que se mueven a lo bestia), pero pensé que era un lugar original como
escenario final de la novela. Me documenté muchísimo, sobre todo en lo
referente a Bahía Balleneros. Es un sitio histórico reconocido y como tal,
puedes encontrar mucha información oficial en la red. También tengo la suerte
de conocer personalmente al comandante de la misión antártica del año 2010,
quien además tuvo la gentileza de escribir un magnífico artículo sobre la isla
en el blog de la novela...
Has elaborado una trama a través de enigmas enlazados,
consiguiendo encajarlos todos. ¿Son temas que conoces o tuviste que realizar
alguna labor de documentación e investigación para reunir estos datos? En este
último caso ¿cuánto tiempo te llevó?
Desde siempre me han gustado los temas que se salen de lo
ordinario; desde los tiempos del programa del gran Dr. Jiménez del Oso. De modo
que ya conocía más o menos todos esos temas, solo me restaba profundizar en los
que me interesaban. Le eché bastantes horas, alternando con la escritura.
De todas las teorías que has investigado y expones, ¿cuál
destacarías o cuál te ha sorprendido más?
La que más destacaría y, en apariencia, la más
“descabellada” es la que aparece al final de la novela que da pie al título de
la novela, y que me vas a permitir que no revele.
Otro tema que me apasiona es el de los objetos fuera de su
tiempo; es decir objetos encontrados por arqueólogos que no deberían estar allí
porque se supone que no se podían o sabían fabricar. Incluyo aquí, objetos
extraños que aparecen en obras de arte de hace siglos, como en el cuadro de El
Bautismo de Cristo que menciono en la novela, y que quien sienta curiosidad
puede ver en el blog.
¿Cuál ha sido tu objetivo principal al escribir esta
novela?
Mi principal objetivo mientras escribía la novela era
divertirme conjugando todas esas teorías. Después, cuando me decidí a
compartirla con los demás, el objetivo pasó a ser que los lectores pasasen un
buen rato y que, de paso, se enterasen de ciertas cosas si no las sabían, y
reflexionasen sobre ciertos temas. No pretendo que nadie crea a pies juntillas
lo que se expone en el libro, es una novela, no un ensayo; pero sí me gustaría
que la gente hiciese un poco de introspección y pensase en serio sobre las
posibilidades que se abren ante estas teorías. De hecho, casi todo lo que se
cuenta en la novela se sustenta sobre una base, más o menos amplia, de
realidad.
Hay muchas posturas con respecto a las teorías que abordas
en ella, ¿Qué les dirías a los escépticos en este tipo de temas?
Bueno, cada uno es libre de creer en lo que quiera. Por
ejemplo: hay gente que cree en Dios sin tener pruebas de su existencia, y sin
embargo se ríen si dices que por probabilidad estadística tienen que existir los
extraterrestres. ¿En serio se puede pensar que entre billones de planetas en el
universo no haya más civilizaciones? Creo que debemos dejar ya el complejo
antropocéntrico aparcado. Podría poner un ejemplo sobre cada uno de estos
temas, pero sería extenderme demasiado.
¿A qué tipo de público piensas que puede interesar?
Creo que el público “target” de esta novela son las personas
que disfrutan con este tipo de temas de misterio, el tipo de temas que se
pueden tratar en programas como “Cuarto Milenio” o el de mi paisano Joaquín
Abenza, “El último peldaño”.
También puede interesar, y lo digo por experiencia con
algunos lectores, a gente que hasta ahora ha estado ajena a estos temas y
quiera iniciarse. Se van a enterar de cosas muy interesantes. Además, como el
protagonista no tiene ni idea de todas estas cosas, el lector se va enterando
de todo, empezando de cero, al mismo tiempo que nuestro doctor Molina.
A esos lectores que ahora están dudando entre leer la
novela o no ¿Qué les dirías?
¡Qué les voy a decir! Que se animen a hacerlo. Creo que van
a pasar un buen rato y, como decía antes, se van a enterar de cosas muy
interesantes. Además resulta muy fácil de leer. El estilo es muy directo y
sencillo. Y los personajes son gente normal con los que nos podemos
identificar. No hay héroes en esta historia.
También, si a alguien le interesa saber algo más acerca de
cómo trabaja un médico forense en España, aquí tiene algunas pinceladas de la
realidad. Que deje el CSI y lea la novela :D
En estos meses que Dioses Terrenales lleva publicada, ¿cómo
ha sido tu experiencia con los lectores?
La experiencia con los lectores ha sido buenísima (hablo de
los lectores ajenos a mi entorno). Han sido muchos los que me han mostrado su
entusiasmo con la novela, lo cual es una enorme satisfacción para mí. Que
alguien te diga que le ha encantado algo que tú has escrito con tanto
sacrificio es una de las experiencias más gratificantes que se pueden tener.
Además he tenido la gran suerte de que si a alguien no le ha convencido algún
aspecto de la novela, siempre ha hecho la crítica con mucho respeto y
constructiva.
Y respecto al proceso de publicación, ¿Cómo ha sido? ¿Te
resultó difícil encontrar una editorial que quisiera publicar tu libro?
Como ya sabes, mi editorial, Círculo Rojo, se dedica a la
autoedición. Como no tenía ganas de complicarme la vida enviando originales a
editoriales convencionales, porque esto me lo tomaba como un hobby, decidí
autoeditarlo (aunque a día de hoy sí está en algunas editoriales; las cosas cambian).
Encontré en la red Círculo Rojo y me parecieron serios. Se han portado muy bien
en todo momento y no he tenido ningún problema con ellos. Desde aquí me
gustaría agradecer el apoyo de los miembros de la editorial a todos sus
autores, dentro de sus posibilidades; en especial a Alberto Cerezuela, quien
incluso tuvo la gentileza de hacerme una entrevista para su programa de radio.
Por curiosidad, ¿qué se siente al ver tu libro en las
librerías?
No se puede describir la sensación de ir paseando por la calle
y ver tu libro en un escaparate. Es un gran orgullo. Pero la mejor sensación te
invade cuando te envían libros a casa, y tienes un ejemplar por primera vez en
tus manos. Eso sí que es irrepetible. Nunca olvidaré ese momento. Es como salir
del paritorio con tu hijo.
Hablemos de la promoción, ¿crees que es importante para un
escritor hoy en día estar presente en las redes sociales para dar a conocer sus
obras?
Pienso que tiene su importancia, pero relativa. Es un modo
más de promoción, pero hay que hacer mucho, mucho más si quieres que tu libro
se conozca. Quizá eso sea algo de lo que he pecado. No me he podido mover
demasiado por falta material de tiempo.
En el caso de tu novela, ¿qué actividades llevas a cabo
para darla a conocer?
Ahora mismo estoy un poco parado, con un poco de pereza,
pero en breve volveré a dar la lata con el librito.
Antes del verano he hecho presentaciones, firma de
ejemplares, entrevistas en radio, televisión, prensa, redes sociales, blog...
casi todo lo que estaba a mi alcance.
De momento solo está disponible en formato físico, ¿Te has
planteado la posibilidad de publicarla también en formato digital?
Es una de las opciones que estoy barajando para intentar dar
a conocer la novela a una mayor cantidad de lectores. De aquí a unos meses,
decidiremos.
Ya que hablamos de formatos digitales, ¿cuál es tu opinión?
¿estás a favor o en contra de los eBooks?
Estoy a favor, siempre y cuando el precio sea justo, que
muchas veces es excesivo y no merece la pena. Aunque, personalmente, prefiero
el libro de papel de toda la vida.
Para terminar cuéntanos, ¿estás preparando alguna nueva
novela?
En este momento estoy documentándome para otra novela.
Apenas he comenzado a escribirla, llevaré unas 5000 palabras (ya me he
acostumbrado a ver lo que escribo en palabras y no en páginas).
Espero que esté lista para mediados del año que viene y que sea un poco más
corta que Dioses Terrenales.