Hace unos meses Alfonso Solís se puso en contacto conmigo y
me ofreció un ejemplar de su novela para leer y reseñar en el blog. Al tratarse
de una novela histórica, que son de mis favoritas, y ambientada en la época
romana, no me pensé demasiado la respuesta y acepté su propuesta, recibiendo un
ejemplar dedicado a los pocos días.
Roma invicta est nos sitúa en el año 451 d.C., época en la
que Roma se encuentra fustigada por decenas de tribus bárbaras y amenazada por
las tropas de Atila, el azote de Dios, y tiene por protagonista a Salvio
Adriano, un joven recluta procedente de Tarraco que se enfrenta a su primer
combate en una inmensa llanura situada al norte de la Galia en la que el
general romano Aecio, aliado con los visigodos y otros pueblos federados de
Roma, se enfrenta al rey de los hunos.
Su comportamiento en este combate frente a los hunos es
recompensado con un ascenso y así se convierte en centenarius, pasando a tener
el mando de cien soldados romanos y encomendándole la misión de escoltar a la
delegación diplomática enviada a Bracara Augusta para llegar a un acuerdo con
Requiario, rey de los suevos. En una aldea próxima será donde conozca a Alana,
una enigmática y hermosa sueva que cambiará su vida y por la que se enfrentará
a el bárbaro germano Walder, que se convertirá en un enemigo al que tendrá que
enfrentarse varias veces en su vida.
Es así como a través de las experiencias, aventuras y
desventuras de Adriano recorreremos los últimos veinticinco años del Imperio
romano, conociendo las circunstancias que favorecieron la progresiva decadencia
de Roma y el abandono por parte de ésta de sus Provincias.
Si no me falla la memoria, Roma invicta est ha sido la
primera novela que he leído ambientada en este periodo y me ha gustado
profundizar un poco más en el mismo. Alfonso Solís recoge en esta obra los
hechos históricos que tuvieron lugar en esta época y a partir de los mismos va
novelando el resto de la historia, dando lugar a una novela muy entretenida e
instructiva, pues nos permite acercarnos a los últimos años del Imperio romano.
La novela se encuentra dividida en veintiocho capítulos que
vienen introducidos por su correspondiente título acompañado de una frase en
latín y en algunos casos, la indicación del tiempo y lugar en el que se sitúa
la acción. Todos ellos están narrados en primera persona por Salvo Adriano,
empleando Alfonso Solís una prosa clara y cuidada, agradable de leer a la vez
que sencilla. A lo largo de las páginas vamos encontrando términos propios del
periodo que se han mantenido en latín y aparecen resaltados en cursiva y
recogidos en un glosario final, al igual que se recoge en las páginas finales
un listado de los personajes históricos junto a una breve reseña. Todo ello
pone de manifiesto que Roma invicta est es una obra trabajada, en la que su
autor se ha esforzado en reproducir con detalle lo acontecido durante esos años
y en conseguir que el lector se sienta parte del ambiente que se vivía en los
mismos.
Es una novela que a pesar de que sigue un ritmo bastante
dinámico requiere una lectura más pausada, o al menos en mi caso que no tenía
tantos conocimientos sobre el periodo he tenido que prestar más detalle a
nombres y sucesos para no perderme. Pero esto ya os digo que es algo personal y
que aquellos lectores que hayan profundizado en la época seguramente no van a
tener este pequeño obstáculo.
Sí tengo que señalar un pero en cuanto a la edición y es que
necesita una pequeña revisión pues contiene algunas erratas que habría que
corregir. Por poneros algunos ejemplos “Debido a la inercia de la cabalgada,
muchos suevos cayeron ante a nuestros pies (…) (pag. 199) o “Nos miramos
extrañados, hubiéramos jurado que esa bifurcación no exista antes.” (pag. 250).
Creo que en la mayoría de los casos son reconstrucciones que se han hecho de
las frases en las que se ha quedado alguna palabra descolgada fuera de lugar.
El número de personajes que aparecen a lo largo de las
páginas de Roma invicta est es elevado y yo en algunos
casos he estado un tanto perdida pues no he sido capaz de retener quienes eran
algunos. Entre ellos nos encontramos tanto a figuras que existieron
realmente como a personajes ficticios, diferenciados en las páginas finales en
las que se recoge la relación de los personajes reales que aparecen indicando
quienes fueron.
En el punto central y como figura más relevante siendo el
narrador de la historia nos encontramos a Salvio Adriano, un hombre cuya
personalidad me ha gustado y cuya evolución vamos observando a lo largo de la
historia. Está bien perfilado, proyectando diferentes facetas de su forma de
ser y así conocemos como se enfrenta con
valentía tanto en las batallas como frente a sus enemigos pero también tenemos
acceso a su lado más tierno y romántico en contraste con el anterior. Es un
personaje que posee tanto virtudes como defectos y que va aprendiendo del curso
de la vida y de las situaciones en las que la misma le coloca, poniendo de
manifiesto sus sentimientos y emociones y resultando de esta manera humano y
creíble.
Teniendo en cuenta el periodo en el que nos situamos en la
novela la magia adquiere una función importante, representada principalmente a
través del druida Lughdyr. Nos encontramos así en la historia con un cierto
componente fantástico que aparece integrado en la trama con naturalidad y que nos
permite descubrir un poco más sobre estas figuras tan relevantes en esa época y
sobre las que se tienen tan pocas evidencias. Será Lughdyr, mago y adivino, el
encargado de leer el futuro, ejercer la magia y hablar con los espíritus, todas
ellas cualidades que el anciano posee como druida y que resultarán difíciles de
aceptar por aquellos que no están en contacto ni conocen de la sabiduría de
estos magos, como es el caso de Salvio Adriano.
No solo magia e historia hallamos en las páginas de Roma
invicta est pues también el amor tiene cabida en esta novela, encontrándonos
una trama que se va desarrollando en torno al romance que surge entre dos de
los principales personajes y que va ganando importancia a medida que avanzamos.
Es así una obra en la que se conjugan diversos factores que aumentan su
atractivo e interés y que hacen que pueda ser recomendable para un amplio
público pues va alternando diferentes líneas argumentales en las que predominan
unos u otros elementos y todo ello de manera equilibrada.
En definitiva, Roma invicta est es una lectura muy
recomendable para todos aquellos aficionados a la novela histórica,
especialmente sí quieren profundizar en los últimos años del Imperio Romano y
conocer los hechos y factores que contribuyeron a la caída de Roma. Bien
documentada y escrita con un estilo sencillo que facilita su lectura, la novela
combina con acierto historia, aventuras y romance, resultando entretenida a la
par que instructiva.