Hay algunos libros que por algún motivo, sin saber nada de ellos, me atraen irremediablemente y eso es lo que me sucedió con Te prometo un imperio. Lo descubrí en la mesa de novedades de la librería y desde ese momento ya no pude olvidarme de él, tenía la sensación de que era un libro cuya lectura iba a disfrutar y así, sin haber leído ni siquiera su sinopsis, hace unos días me adentré en sus páginas. Esta vez mi sexto sentido literario no me ha fallado, me ha sorprendido la historia que he encontrado en su interior y me ha gustado muchísimo.
La trama de Te prometo un imperio gira en torno a los duques de Windsor, Eduardo VIII y Wallis Simpson, y nos sitúa en junio del año 1940, cuando los duques llegan a España huyendo de las tropas de Hitler, instalándose en el hotel Ritz de Madrid. Según todos los indicios, España pronto declarará la guerra a Inglaterra, por lo que la decisión de los duques resulta incomprensible y pone en alerta a las altas instancias políticas alemanas, inglesas y españolas, que temen que se trate de una acción contra su hermano Jorge VI, rey de Inglaterra tras ser Eduardo obligado a abdicar al manifestar su intención de casarse con una plebeya divorciada en dos ocasiones anteriores.
Cuando el mayor Sinclair, ayuda de campo de Eduardo y con una fisonomía muy similar a la de este, aparezca asesinado en la habitación contigua a la de los duques, el capitán del ejército, Arturo Sotomayor, y el comisario de policía, Fontecha, serán los encargados de llevar a cabo una investigación para descubrir tanto al autor del crimen como las razones que lo han motivado.
Os comentaba al principio que Te prometo un imperio me había sorprendido y es que pensaba que estaba ante una novela histórica, por lo que me ha encantado encontrarme con una combinación de elementos tan atractiva en su interior. Es una obra que no solo nos acerca a algunos hechos que tuvieron lugar en este periodo sino que resulta muy entretenida por la tensión y misterio en torno a la investigación policial, las conspiraciones políticas, los conflictos diplomáticos o las actividades de espionaje.
La novela comienza con una nota del autor en la que nos pone en antecedentes de los hechos ocurridos en los años anteriores en torno a Eduardo VIII para a continuación, desarrollar su novela a lo largo de ciento cuatro capítulos más un prólogo y epílogo final. Con un número tan elevado de capítulos se deduce fácilmente que la mayoría son de corta extensión, lo que imprime dinamismo a la lectura de tal manera que avanzas páginas casi sin darte cuenta. Todos ellos están narrados a través de un narrador omnisciente y el estilo de Juan Vilches se caracteriza por el empleo de una prosa clara, sencilla, directa y elegante, con frases cortas y abundantes diálogos que hacen que el ritmo sea muy ágil. Me ha gustado mucho el contexto en el que se desarrolla la historia y la forma en la que el autor lo ha plasmado en su novela, pues sin entrar en abundantes detalles consigue que nos traslademos al periodo y seamos testigos del glamour y el lujo en el que se mueven los duques, ambiente que contrasta con la pobreza que se vive en la España de la posguerra.
Desde mi punto de vista uno de los puntos fuertes de Te prometo un imperio es la combinación de líneas argumentales que encontramos en su interior, todas ellas igualmente interesantes y bien desarrolladas. Tenemos por un lado una trama principal centrada en los duques de Windsor que se va alternando con otra principal que abarca el asesinato y a su vez dentro de estas tenemos otros frentes abiertos en los que se tratan por ejemplo los conflictos políticos y diplomáticos o algún romance que surge entre los personajes. Tramas y subtramas que se van alternando de tal forma que en ningún momento se pierde el interés del lector y que en su conjunto hacen que Te prometo un imperio sea una novela muy bien desarrollada, sumamente interesante y adictiva pues consigue enganchar al lector desde la primera hasta la última página.
A lo largo de las páginas de Te prometo un imperio nos vamos encontrando con personajes tanto reales como ficticios, todos ellos bien matizados y perfectamente caracterizados, con profundidad psicológica y personalidades que se mantienen coherentes a lo largo de la trama y que van evolucionando en función del desarrollo. Al encontrarnos con varias líneas argumentales el protagonismo podemos señalar que está compartido y hay varios personajes que adquieren más relevancia como los duques de Windsor o el capitán Arturo Sotomayor. Dentro de los secundarios hay un buen número que tienen también mucha importancia, pues Juan Vilches ha conseguido que todos ellos sean piezas fundamentales para el desarrollo de la acción y su construcción está muy cuidada, manteniendo una cierto halo de misterio en torno a algunos pues así lo requiere la trama.
Una de las cosas que más me ha gustado es profundizar en la pareja formada por Eduardo VIII y Wallis Simpson. He de reconocer que a nivel histórico no sabía nada sobre esta pareja y he tenido que investigar y hacerme un árbol genealógico hasta llegar a la época actual. Es por eso que me ha resultado muy interesante ahondar en su pasado y descubrir sus personalidades, sin duda muy carismáticas.
Me ha llamado la atención el carácter de Eduardo VIII, un hombre adorado por el pueblo de Inglaterra pero que renunció al trono por amor a pesar de ser un mujeriego en su etapa anterior al matrimonio y aficionado a llevar una vida sofisticada y frívola de fiesta en fiesta. Su personalidad infantil, traumática y dependiente de su esposa es algo que resulta llamativo y me ha gustado descubrir a través de la lectura por ejemplo algunas de sus aficiones como los ositos de peluche, su obsesión con la comida o modas que instauró como el famoso nudo de corbata Windsor, ya que él era un hombre muy coqueto y presumido.
Si Eduardo es un personaje que llama la atención del lector por su carisma, su esposa Wallis Simpson no se queda atrás e incluso posee una personalidad para mí más atractiva que la de él. Una mujer que a pesar de su aspecto hombruno era irresistible para los hombres por su inteligencia, elegancia, ingenio y divertida conversación. Con un pasado repleto de oscuros secretos Wallis es sin duda una mujer de carácter, fría, ambiciosa, egoísta y caprichosa que queda magistralmente retratada en la novela de Juan Vilches.
En relación con ellos no solo nos acercamos a sus personalidades sino que también, a través de diversos flashbacks, se va descubriendo su pasado y el autor va ampliando algunos de los hechos históricos que van surgiendo. Conocemos el origen del título de duque de Windsor, la relación que mantenía con su padre o su ascensión al trono y posterior abdicación entre muchas otras anécdotas, recogiendo así mismo información sobre su familia, especialmente su hermano Jorge VI, el rey tartamudo y su esposa Isabel, a la que Wallis denominaba despectivamente La Cocinera Escocesa.
Alrededor de los duques se moverán multitud de figuras como el capitán Arturo Sotomayor, quien destaca por su profesionalidad, apreciado por sus cualidades y marcado por los fantasmas de su pasado; el comisario Fontecha, un hombre soberbio, altivo y arrogante o la bella secretaria de la duquesa Rebecca Fontaine, una mujer de carácter ambiguo que se mostrará rodeada de misterio, así como personajes históricos entre ellos Francisco Franco, Francisco de Irujo y Gómez de Santorcaz, alias La Hiena, director general de Seguridad, Serrano Suñer, ministro y cuñado de Franco, el primer ministro Winston Churchill, el capitán y agregado naval Alan Hillgarth o el coronel Beigbeder, ministro de Asuntos Exteriores entre otros muchos.
Otro de los puntos a destacar en Te prometo un imperio es el contexto histórico en el que se desarrollan los acontecimientos. España intenta recuperarse de las secuelas que ha dejado la guerra civil mientras en Europa las tropas alemanas avanzan imparables, manteniéndose únicamente Inglaterra en pie frente al poderoso Tercer Reich, aunque muy debilitada. Ante esta situación, España se declara “no beligerante” y Gibraltar se convierte en el principal foco de atención de Franco, planeando su conquista en lo que se conocerá como la Operación C. Observamos los movimientos diplomáticos de uno y otro lado en torno a las acciones a llevar a cabo y al mismo tiempo se va dibujando la situación que se vive en un país sumido en el hambre, la miseria, el dolor y la muerte que ha dejado la reciente guerra civil.
En contraste con esta atmósfera, vemos el lujo y glamour del que se rodean los duques, destacando entre los múltiples escenarios por los que se mueven el Hotel Ritz, que queda retratado con detalle en todo su esplendor. Un hotel que parece no encajar en el ambiente que se vive en el resto de Madrid, una de las ciudades más castigadas por la guerra que presenta sus edificios destrozados, las calles sucias y los ciudadanos sumidos en la pobreza.
Todo ello en conjunto hacen de Te prometo un imperio una novela fascinante que a mí me ha conquistado desde sus primeras páginas. Una obra que, a pesar de que su autor señala que no es una biografía, nos acerca a muchos hechos históricos de una forma amena y nos permite descubrir a una carismática pareja que no dejará indiferente al lector. Un libro que combina en su interior de forma acertada historia, espionaje, investigación policial y romance y que además cuenta con una ambientación excelente, por lo que no me queda más que recomendar su lectura esperando que la disfrutéis tanto como yo.