Título: El laberinto del hindú
Autor: José Vicente Alfaro
Editorial: Autoeditado
Año: 2017
Nº de páginas aprox.: 329
El laberinto del hindú es la última publicación de José Vicente Alfaro, un autor que a mí me gusta mucho tanto por la forma en la que escribe como por los periodos en los que sitúa sus novelas, alejándose de lo que suele ser habitual y sorprendiendo así al lector con novedosos planteamientos. En este caso ha seleccionado La India, un emplazamiento que ya sabéis que a mí me apasiona, por lo que estaba segura que iba a disfrutar enormemente con esta lectura, como así ha sido.
En El laberinto del hindú José Vicente Alfaro nos traslada hasta la antigua India en el siglo V d.C, que en ese momento se encuentra bajo el dominio de la dinastía Gupta, para presentarnos dos líneas argumentales. Así por una parte descubrimos como a Pataliputra, capital del Imperio Gupta, llegan un niño y una niña descalzos y cubiertos con harapos. Se trata de Madhuk y Sarasvati, dos hermanos que no tienen nada más allá de sus ropas y que tampoco conocen a nadie a quien recurrir, pero que se han propuesto llevar a cabo una misión en la capital y no descansarán hasta que logren su fin.
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José Vicente Alfaro |
Por otra parte, nos trasladamos a la corte para conocer de cerca al emperador Kumaragupta y los problemas que atraviesa su imperio. Tras un prolongado periodo de paz y prosperidad, el emperador tiene que hacer frente a la seria amenaza que suponen los heftalitas, conocidos como hunos blancos, pueblo nómada que se encuentra en pleno proceso de expansión y que amenaza con traspasar las fronteras del imperio, tras haberse extendido por las estepas del Turquestán. Por si esto no fuese suficiente, los pushyamitas, reino vasallo del imperio de los Gupta, se niega a pagar los correspondientes tributos, un acto de rebeldía que puede ser imitado por el resto de reinos, con lo que se hace necesario frenar esta insubordinación antes de que sea demasiado tarde.
Y al margen de estos dos planteamientos, también nos trasladamos a las profundidades de la selva en el reino de los sakas donde, rechazando someterse al dominio Gupta, se ha refugiado uno de sus generales junto a un regimiento. Aunque en un principio no supone un problema, cuando comience a asaltar a las caravanas de mercaderes se hará necesario atraparle, por lo que con el objetivo de buscar y aniquilar al destacamento se enviará al joven general Shakraditya, quien intentará por todos los medios conseguir la colaboración de los pueblos tribales para alcanzar el éxito en esta misión.
Ya son varias las novelas que he leído ambientadas en este país pero hasta ahora no me había encontrado con ninguna que se situase en este periodo y ese es uno de los motivos por los que me ha gustado tanto este libro de José Vicente Alfaro, además de entretenido me ha resultado sumamente interesante, permitiéndome descubrir muchos datos que desconocía. Esto ya me sucedió con sus anteriores novelas, pero en este caso, al estar situada en un emplazamiento que me atrae tanto, ha sido una lectura mucho más gratificante y no me importaría que se hubiese extendido a lo largo de páginas y páginas.
"El laberinto del hindú" se divide en un total de once capítulos que quedan completados con un prefacio inicial, una introducción y una nota final del autor, además de un listado de los personajes que aparecen en la novela y un glosario de términos. Cada capítulo se abre con un fragmento tomado de diferentes textos indios y al comienzo nos indica la ubicación en la que se va a situar la acción, que va alternando entre Pataliputra y las profundidades de la selva en el reino de los sakas. A su vez, los capítulos que tienen lugar en la capital del imperio Gupta se subdividen internamente, pues en ellos se van combinar diferentes hilos argumentales que se van desarrollando de forma paralela en esta ciudad, cada uno enfocado en un personaje. Esta estructura que constantemente va cambiando el enfoque de la narración aporta mucho dinamismo a la lectura, aunque he de señalar que en los primeros capítulos el ritmo no es tan ágil como en el resto ya que el autor se centra más en las explicaciones necesarias para que el lector comprenda el contexto en el que se sitúa la historia, con lo que los datos son más abundantes y puede que, dependiendo de nuestra mayor o menor afinidad con la temática, esta parte nos resulte más lenta. Como podéis imaginar, no ha sido mi caso, yo he disfrutado de este libro desde la primera hasta la última página por igual.
Por lo que se refiere al estilo, es similar al que encontramos en sus anteriores obras. José Vicente Alfaro escribe con una prosa cuidada, elegante, fluida y amena que resulta cercana y fácil de leer. Narración y diálogo están equilibrados y gracias a la alternancia de líneas argumentales logra mantener la atención del lector y el interés por el desarrollo de los hechos. Además en sus libros siempre encontramos una combinación muy acertada de ingredientes que hace que los argumentos sean atractivos para todo tipo de lectores, con independencia de los gustos literarios. En El laberinto del hindú una vez más estamos indudablemente ante una novela histórica pero en su interior también nos vamos a encontrar con misterio, intriga, amor, conspiraciones, venganza y, por supuesto, muchas aventuras, con lo que la lectura se hace de lo más entretenida.
Cuando hablamos de las novelas de José Vicente Alfaro siempre se hace necesario resaltar muchos puntos positivos y es que se aprecia que el autor cuida al detalle cada una de sus obras. Personalmente y al margen de que el trabajo de escribir cualquier tipo de libro ya me parezca admirable, en el caso de la novela histórica me lo parece mucho más, y es que pienso que tiene que ser tremendamente difícil dar forma a este tipo de obras que requieren tantos conocimientos sobre los periodos en los que se sitúan, y más si nos llevan a épocas lejanas sobre las que seguramente no es fácil localizar información. Y esto es lo que hace José Vicente Alfaro, que con sus libros nos descubre antiguas civilizaciones sobre las que muchos de nosotros no teníamos el más mínimo conocimiento.
En el caso de "El laberinto del hindú", como ya he señalado, el autor nos adentra en la que está considerada como la Edad de Oro de la antigua India, la cual tuvo lugar entre los siglos IV y VI bajo el dominio de la dinastía Gupta. En el prefacio con el que se abre la novela el autor nos hace una pequeña introducción al reinado de los Gupta, exponiendo algunos datos sobre su expansión, la estructura territorial de la India en esos años o los logros que obtuvieron. Y todo esto lo vamos a ver plasmado posteriormente en la novela con todo lujo de detalles, pues José Vicente Alfaro nos va a mostrar los diferentes aspectos que caracterizaban a la India de entonces tanto a nivel social como político y religioso. Veremos así cómo se vivía en la capital del reino, Pataliputra, las diferentes normas establecidas, las creencias de la población, las tradiciones, los dioses venerados, las ceremonias, las distintas religiones con especial relevancia al hinduismo que durante esta dinastía adquirió sus principales características, los conflictos y problemas políticos existentes o el sistema de castas impuesto y el tipo de vida que llevaba cada persona en función de la casta a la que perteneciese. Todo esto hace que la novela sea muy instructiva y, al igual que ya ocurría en las anteriores, amena, pues los datos están muy bien dosificados e integrados, de tal manera que el autor nos demuestra una vez más que la Historia no tiene por qué estar reñida con el entretenimiento.
Lógicamente, con un contexto histórico tan sumamente cuidado la ambientación no podía ser menos. Nos vamos a trasladar a una India bella, exótica y fascinante que resulta cautivadora gracias a las descripciones que el autor incluye. El principal escenario en el que transcurre la acción es la ciudad de Pataliputra, capital del imperio, ubicada a orillas del río Ganges y por cuyas calles vamos a movernos como si de un habitante más se tratase. Descubriremos así desde sus templos y plazas hasta los campos de cremación ubicados en las afueras, destacando sobre cualquier otro edificio o emplazamiento el palacio de los Gupta, una auténtica ciudadela fortificada a cuyo interior también vamos a tener acceso para conocer de cerca cómo viven tanto el emperador y su familia como el resto de sirvientes, eunucos y esclavas del harén. A mí particularmente todo este ambiente me ha encantado y me he sentido parte de él, dibujando sin ningún problema en mi imaginación los jardines, las fuentes o las magníficas estancias del palacio.
Y finalmente mención especial requieren también los personajes, construidos con el mismo mimo y atención que en sus anteriores obras. José Vicente Alfaro tiene la capacidad de crear unas figuras que se ganan la simpatía y el aprecio del lector, de tal manera que es difícil olvidarlos una vez finalizada la lectura y ese grato recuerdo que queda de ellos es una de las razones que impulsa a seguir leyendo sus libros, siempre tienes la certeza de que los protagonistas te van a conquistar. En este caso es una novela en la que la galería de personajes es amplia, especialmente a nivel secundario y para ayudarnos con la diferenciación de cada uno al comienzo el autor incluye una relación de quiénes son los personajes principales. Durante las primeras páginas cuesta un poco hacerse con ellos, básicamente porque son nombres de pronunciación complicada y en el caso de la dinastía Gupta, similares entre sí, pero a medida que avanzamos este pequeño obstáculo queda solventado. Como figuras protagonistas tenemos por una parte a los dos hermanos, Madhuk y Sarasvati, dos niños a los que vamos a ver crecer y evolucionar en un entorno nada favorable, pero que gracias a su constancia y tenacidad van a conseguir salir adelante. Tanto ellos como algunos de los secundarios, (Bindusar, Harshali, Kumaresh, Dhanu) me han gustado mucho y creo que el autor los ha perfilado con acierto mostrando tanto sus bondades como sus defectos, algo que los hace más humanos y cercanos. Por otra parte en el hilo argumental centrado en los Gupta quien más sobresale es, lógicamente, el emperador, Kumaragupta, un hombre que vive atormentado por los recuerdos de su pasado pero que maneja el imperio con mano firme.
Como veis, no puedo ponerle ningún pero a esta novela y es que me ha gustado muchísimo, como creo que es evidente después de esta reseña. José Vicente Alfaro vuelve a ofrecernos una lectura sumamente amena y entretenida gracias a la combinación de diferentes elementos en el argumento de El laberinto del hindú, permitiéndonos además adentrarnos en un periodo bastante desconocido de la historia de la India. Una obra o más bien un autor al que os recomiendo leer sin ninguna duda, tanto si sois aficionados al género histórico como si no ya que estoy segura de que cualquiera puede disfrutar con sus libros.
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